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01/12/2017
Por Milly Cangiano
Primera Fila 12/01/2017
“Últimamente, Colombia nos está comiendo los dulces a Puerto Rico y Venezuela al llevar a sus chicas hasta las tres finalistas en los pasados años”
A la verdad que los llamados haters en las redes sociales no tienen filtro y más en lo relacionado con certámenes de belleza... máxime si no están de acuerdo con la decisión del jurado.
El año pasado, cuando ganó Miss Francia, Iris Mittenaere, en redes se cuestionó sus gustos y hasta su sexualidad. La chica tuvo que presentar a su novio, un dentista que trabaja donde ella practicaba odontología. Hasta publicaron fotos de ellos juntos en Francia y en Filipinas en el Miss Universe, a donde la acompañó. Presentar fotos de una Miss Universe con un novio es algo que a la organización no le gusta, pero aquí fue el tapabocas y se acabó el ple plé. El traje rojo que usó para entregar la corona estaba bello.
Ahora hay nueva reina, Miss Sudáfrica, y para allá van los dardos. A esta le caen como bombero al fuego por utilizar unos guantes de látex, para servirle comida a niños con VIH en su país. Alegan que como ella es de la minoría blanca no quiere nada con los negros de su país. ¡Hello! Demi-Leigh Nel-Peters, muy inteligente como lo demostró en el certamen, explicó que había seguido las recomendaciones de las personas que la llevaron a la actividad de los niños y ella estaba repartiendo comida. Por la higiene los tenía que usar. Me imagino que lo primero que hará cuando llegue a su país será visitar a esos niños y con fotos para el que tenga dudas. Otros seguirán diciendo que es racista. No hay cómo complacer a algunos.
Puerto Rico tiene que reinventarse para el próximo Miss Universe. El formato de selección de las chicas es distinto y se supone que los directores de franquicias lo supieran. Aquí hay que cambiar la forma de seleccionar y buscar alguien que se asemeje a lo que quiere la organización. No basta con ser bonita, hablar inglés, estar bien preparada académicamente. También tiene que hacer labor social de verdad. La nueva reina, después de ganar el Miss Sudáfrica, fue asaltada y decidió aprender defensa personal. Creó grupos de mujeres y niñas que pudieran defenderse, y ese proyecto de empoderamiento le ayudó muchísimo para ganar.
Volvemos a lo mismo: hay que preparase y saber quién va. En el caso de Sthepanie del Valle, cuando ganó Miss Mundo, tenía un proyecto con propósito, disciplinada y habla tres idiomas. Claro, no hay una Stephanie en cada esquina del país. Desde ya hay que buscarla. Últimamente, Colombia nos está comiendo los dulces a Puerto Rico y Venezuela al llevar a sus chicas hasta las tres finalistas en los pasados años.
¿Qué han encontrado ellos que hasta las venezolanas de Osmel Souza no llegan a la final? Cuando mi amiga, Desirée Lowry y su equipo de trabajo analicen y sepan lo que busca Miss Universe, entonces volveremos a entrar a la final. De lo contrario hay que buscar una brújula para que se orienten. ¡Hello, gracias!
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