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05/10/2017
Por: Susana Núñez Fotografía: Gentileza Luis Alberto Ramírez 2017-10-05
Luis Alberto Ramírez Acuña es diseñador de vestuario con 20 años de experiencia y desde hace cuatro meses dio vida a una “fabrica” de bellezas.
Se trata de una escuela de misses y modelos, que creo junto a su socia y abogada Angélica Cuevas, un lugar que ha permitido preparar y formar a jóvenes ñublensinas con un equipo de profesionales que potencian sus capacidades y talentos para tener un mejor desempeño ya sea en un concurso de belleza, una pasarela o una presentación.
Las jóvenes que han representado a Chillán y Ñuble en el certamen de belleza “Miss Earth”como Bárbara Bravo y Claudia Artega y las últimas postulantes a la corona de “Reinas de Chile” como Camila Santander y Marisol Vargas, han sido preparadas en la escuela en distintas materias como protocolo, acondicionamiento físico, estética y además han recibido atención sicológica y odontológica.
Luis Alberto cuenta que además de preparar a las candidatas locales también ha sido requerido para diseñar los vestidos de gala de dos concursos nacionales, el Miss Teen Chile y el Miss Mini Chile, donde se encuentra trabajando con las dos representantes chilenas.
“Las chillanejas son muy bonitas, tienen buen porte y físico, pero falta el convencimiento de que ellas pueden logralo, por ejemplo, en mis años de diseñador he tenido muchas chicas que he prepado en pasarelas y siguen muy inseguras al enfrentarse al público. El trabajo que hicimos con Soledad y Camila fue muy exigente, no solo en lo físico, también en el canto, lograron relajarse en una entrevista. El sicólogo prepara muy bien a una mujer de tal forma que no se derrumbe ante una pregunta complicada”, explicó a La Discusión.cl
Ante los prejuicios y críticas que rodean los concursos, el diseñador y maquillador local defendió el trabajo que se realiza con las candidatas y valoró la evolución del canon belleza.
“Lo que pasa que la gente se desconectó cuando los concursos que dejaron de aparecer en la televisión con apoyo de los medios y empresarios, entonces, se quedó con el prejuicio de la antigua miss, en que interesaba que tuviera un cuerpo perfecto, fuera muy bonita, y suave al hablar, prácticamente, que no pensara y fuera todo pauteado. Los concursos de ahora eligen bellezas con propósito, la que llega a la final tienen una historia de vida potente, por ejemplo, alguien que logró sobrellevar o superar un drama”, sostuvo.
Sin embargo, no solo quienes sueñan con ser reinas tienen espacio en esta escuela, sino también aquellas que persiguen acabar con el miedo escénico de una disertación o entrevista de trabajo.
“Nuestro gran proyecto es comprar la franquicia del concurso Miss Chile y hacerlo en Chillán (...) En estos años que llevo diseñando me ha tocado ver a las mamás decir que la hija no tiene personalidad y que les va mal en las disertaciones. Hay niñas que tienen problemas en la comunicación, no saben cómo arreglarse”, señaló.
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